TONI CATANY – de ida y vuelta

La Pedrea en Barcelona, presenta su nueva exposición hasta el 17 de julio: Toni Catany de ida y vuelta.
La vida y la obra del fotógrafo Toni Catany, se podría definir como un incesante de idas y regresos entre Llucmajor y Barcelona , entre el Mediterráneo y el resto del mundo, entre el interior y el exterior, entre los proyectos y los recuerdos, entre las técnicas fotográficas del pasado y las tecnologías actuales.
A Toni Catany (Llucmajor, 1942-Barcelona, 2013), siempre le gustó el viaje, la gente, el Mediterráneo. su vida transcurría entre sus ciudades favoritas su Llucmajor natal y Barcelona, después Venecia era su ciudad más cercana y al mismo tiempo enigmática. Más de cincuenta años de oficio, Catany le convirtió casi sin quererlo en una figura de referencia en el mundo de la fotografía contemporánea, gracias a una obra intemporal de vocación pictórica.

La infancia es la vida real por la que mejor se conoce un país. En el fondo, no hay otro país que el de la infancia. (Roland Barthes)

Catany aprendió fotografía a través de un curso por correspondencia en Llucmajor y cuando ya supo bastante, continuó experimentando él solo como autodidácta.

Miradas fortuitas

El instante decisivo es aquel que pulsas el disparador de la cámara para captar una imagen fugaz, irrepetible. (…) En el mundo también hay calma y reposo y que no requieren el instante decisivo. Podríamos decir que los temas fugaces son para el cazador de imágenes, en cambio los temas calmosos son para el pescador. En lugar de ir a cazar, se trataría de ir a pescar y esperar que los peces piquen, sería como si el sujeto se convirtiera enpez pescado al morder el anzuelo.
Extracto de Toni Catany


Barcas y peces
Esta serie es un trabajo realizado por Catany en 2013 en su estudio de Barcelona, a partir de las barcas y los peces de madera que había llevado de sus numerosos viajes realizados por la costa oriental de Venezuela y la isla Margarita entre 1991 y 2008.
Naturalezas muertas

Recuerdo una pequeñas rosas alejandrinas de un rosa pálido, en el mercado de Meknès. ¿Para qué son? pregunté «son para hacer infusiones, fue la respuesta. El sabor i olor mezclados. El gusto, el olfato y la vista.
He aquí una rosa mallorquina y un limón, y sus aromas, intensificados por el sol delas Islas que lo hecho más intenso.
(Toni Catany)


Homenaje a Gaudí
Esta serie de fotografías es un trabajo realizado por encargo en 2002, Año Gaudí, y supone el encuentro entre el fotógrafo y la obra del arquitecto. Ambo artistas comparten una aguda capacidad de observación del mundo y una sensibilidad singular por la naturaleza y la Mediterránea como fuentes de inspiración.


Detalle de una columna de la Pedrera (A. Gaudí)

Materia Oscura – Entierro de cámaras 06/05/06

Hoy he retirado las cámaras analógicas, y en el espacio que ocupaban he puesto las cámaras digitales.
Mientras las colocaba en cajas, de una en una, las sopesaba pensando: «Esto sí que eran cámaras reforzadas, de materiales nobles. ¡Y habían hecho todo lo que quería! Eran mis compañeras de viaje o estudio»
He tenido la extraña sensación de amortajarlas.
(Toni Catany)


Cossiols
Las fotografías de esta serie fueron realizadas durante el mes de agosto de 1985 en Llucmajor y publicadas en 1997, con esta dedicatoria del fotógrafo a su madre: «A Maria Jaume Salvà que , en colaboración con el tiempo, confeccionó estos cossiol».




Altares profanos

Durante la visita a la exposición, se han dispuesto una serie de altares con motivos amados por Toni Catany, que él mismo creó a partir de elementos de flores secas y objetos religiosos la serie de altares profanos.
Para Catany su obsesión era el paso del tiempo, y le alimentaba en su arte, para llevarnos a un tiempo indefinido, sin prisas como el tiempo de su Llucmajor natal. Catany llega a decirnos que su «magdalena de Proust es un melocotó»
En alguno de los altares, se han dejado para su lectura libros del fotógrafo para mayor contemplación de su obra.


Los viajes, planos y el tiempo de ida y vuelta
A Catany no le cabía el mundo y el tiempo en su estudio, y por eso salía a conocer mundo. Pero no como turista, sino como explorador de olores, visiones y colores que le daban una nueva dimensión al viaje.
Su globo terráqueo envuelto en papel de periódico, viene a decirnos que el plano topográfico no tiene cabida en su mundo, prefiere descubrir, conocer y alterar el tiempo. Ese tiempo que le lleva de nuevo a regresar a su estudio de Barcelona y desde allí edita numeroso libros como testimonio escrito de sus visiones fotográficas en las que siempre nos habla de él mismo. Toda una experiencia incansable que le llevó en 2005 a forjar la creación de una fundación que llevara su obra más allá de su presencia.

En recuerdo a Toni Catany

Toni Catany nos mira desde su eterno altar fotográfico.

Texto: Albert Loaso
Fotos Albert Loaso

Todos los derechos reservados: Fundació Toni Catany

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