Del 29 de octubre hasta el 17 de enero 2016, se podrá visitar esta magnífica exposición que nos repasa la biografía artística de Joan Miró, buscando la base de su «antipintura» en aquellos objetos rurales, piedras, y todo tipo de elementos que en manos de Miró se convierten en elementos iniciáticos de cada una de sus obras.
Esta exposición celebra los 40 años de la fundación Joan Miró en Barcelona, cuenta con la colaboración de los herederos de Joan Miró, que han realizado una búsqueda y recogida de los objetos, encontrados en los talleres que trabajaron para Miró, donde se montaban los objetos según sus instrucciones y se convertirían en esculturas.
Podemos ver objetos y collages por primera vez, así como obras que se encuentran en el Centro Pompidou y dos telas del MoMA, así como el fondo de la Fundació Miró y las principales colecciones públicas y privadas de Europa y América en un conjunto de más de cien pinturas, cerámicas y esculturas.
Vamos a repasar la estructura de la exposición en sus seis apartados que comprenden del período entre 1916 y 1981. Este carácter tan amplio permite decir que veremos a Joan Miró a través del objeto desde la juventud hasta la madurez de su obra.
1. Un mundo de objetos
Miró siempre tuvo una relación muy estrecha entre su obra y los objetos, ya en el primer período de naturalezas muertas hacia 1916 ya se interpretan los objetos.
Es a través de los objetos que Miró llegaba al subconsciente.
Colección de objetos que tenía Joan Miró en su estudio en los años 20, algunos son domésticos (im. superior) o folclóricos.
Nature morte II, 1922-1923. Colección MoMA
2. El asesinato de la pintura
En 1927 Joan Miró proclama: «Quiero asesinar la pintura»; y poco después: «La pintura está en decadencia desde la época de las cavernas»
A finales de lo 20 e inicios de los 30, Miró entiende que la pintura representativa ya no responde a la verdad artística, entonces se acerca al collage como una forma más adecuada de creación, por la que los objetos comienzan a figurar por ellos mismos.
Boris Kokhno y Léonide Massine invitaron a Joan Miró para una nueva producción del ballet de Bizet, «Jeux d’enfants» de los Ballets Rusos de Montecarlo. Miró realizó el vestuario, atrezzo y fondo de escena.
Para Miró el mundo del ballet fue interesante y explorador del objeto como representación de una nueva forma de pintura.
Bailarina. Corcho, pluma y aguja fijados sobre madera con Rioplin. 1928 Centro Pompidou
Personaje (con paraguas) 1931 . Fundació Miró
3. Del collage a la escultura
En los años 30 Miró realiza collage preparatorios que después pasarán a crear la pintura final. Por deseo de Miró, todo el fondo de dibujos y collages preparatorios pertenecen al fondo de la Fundació Miró (excepto un ejemplar en el MoMA)
En la década de los 40, Miró utilizó cada vez con más frecuencia materiales inusuales y soportes no habituales a las técnicas de las bellas artes: conglomerado de madera, fragmentos de metal, fibrocemento…
Pintura. 1933. Fund. Miró Collage preparatorio (im. superior), pintura (im. inferior)
Mujeres, pájaros, estrellas. 1944. Óleo sobre un fragmento de fibrocemento
Fund. Miró
Pintura-objeto. 1950. Óleo sobre madera, drapo, cuerda y cartón
Colección particular
4. Cerámicas y primeras esculturas
A finales de los 40 e inicios de los 50, Miró empieza a utilizar materiales más relacionados con la escultura como el hierro, la cerámica, el bronce, y en ocasiones combina estos elementos en una sola obra.
De nuevo, los objetos encontrados siguen siendo una fuente de inspiración, como se puede observar en la notable presencia de calabazas o en una cabeza de piedra encastada en bronce o cerámica.
Su amigo Joan Prats, dice de Miró: «cuando recojo una piedra es una piedra, cuando Miró recoge una piedra es un Miró» Ello nos da entender con que interés Miró observaba los objetos que encontraba en Mont-Roig o en Mallorca , en esos lugares podía encontrar ideas a través de los objetos caseros como calabazas, regaderas, clavos, cuerdas, piedras, sillas…
Objeto (izq.) y gran personaje. 1956. Joan Miró, Josep Llorens Artigas.
Cabeza 1946-1949 Granito. Colección Fundación Pierre y Tana Matisse
5. Escultura de bronce
Como dijo Miró: «cuando vivo en el campo no pienso en la pintura, la escultura es lo que me interesa»Desde el comienzo de la década de los 60, Miró sitúa cada vez más el objeto como un componente central del lenguaje poético a través, sobre todo, de su trabajo con la escultura de bronce.
Su método de trabajo era seleccionar los objetos, indagar el tema, empezar a moverlos por el espacio, seleccionar los objetos finales y formar a la escultura, para llegar a crear esos sonetos que forman la poesía del objeto final.
Su Majestad. 1967. Bronce pintado. Fundació Miró
Mujer y pájaro. 1967. Bronce pintado. Fundació Miró
El reloj del tiempo. 1967. Bronce. Fundació Miró
6. Antipintura y Grand Palais
A finales de los 60 e inicio de los 70, Miró sigue indagando en la relación de la pintura y la realidad, y sigue avanzando en su búsqueda objetual de la pintura. Empieza por recortar y apuñalar la obra. Sus obras laceradas, quemadas, se complementan con pinturas-objeto que Miró llama antipinturas.
Cuadro-objeto (bola de papel de aluminio colgada por un hilo del marco. 1972. Fundació Miró
Pintura 1973. Fundació Miró
En 1972, Miró recibe la propuesta de realizar una retrospectiva de su obra en el Grand Palais de París de 1974. Aunque ya tenía 81 años, Miró no se planteó esta oportunidad sólo como una exposición de su obra anterior, sino que aportó más de 50 obras realizadas ex profeso para la muestra. En lugar de una mirada al pasado, la exposición puso en primer plano su obra más radical: bronces cerámicas, tapices, antipinturas…
Pinturas quemadas. 1973. Fundació Miró
Mujeres y pájaros. 1973. Fundació Miró
A través de esta exposición vemos como evoluciona el lenguaje objeto-poético de Joan Miró, con la maestra mano del comisario William Jeffet.
Texto: Albert Loaso
Fotos: (c) Albert Loaso.
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