ELOI y los elefantes

Una mañana de invierno, en los alrededores del Palau de la Música de Barcelona, en una calle del barrio de Sant Pere, nos abre la puerta de su estudio el pintor y artista Benjamín Tous.

Benjamín Tous es un hombre entrado en años pero no diríamos fácilmente su edad, su vitalidad y energía nos desborda nada más empezar la visita. Todo un piso en el que Tous puede crear, pensar y hacer nuevas experiencias para ir produciendo constantemente. Se define como el hombre que tiene una idea por minuto, no lo hemos calculado pero su actitud nos dice que detrás de la persona que vemos hay un personaje más al fondo, quizás escondido detrás de una cortina, que no para de empujarlo para expresar las nuevas ideas que le surgen.

Benjamín Tous nació en Almacelles (Lleida) en 1949, y a lo largo de su vida ha conocido a personajes como Charlie Rivel en Cubelles, Pasqual Maragall en Barcelona y el personaje del que se siente más ligado ha sido Juan Hernández Pijuan, que fue su mentor en los estudios de Bellas Artes y en el doctorado. Casado en segundas nupcias, tiene dos hijos y tres nietos. Ejerció de maestro de plástica en el instituto de Sant Andreu de Barcelona durante 33 años.

En su mirada podemos adivinar la energía que lo impulsa, que como dice él sólo vemos la punta del iceberg.

En la estancia que da a la calle con un balconcito, destacan además de los cuadros de gran tamaño, una librería con ejemplares de todo tipo sobre arte y un equipo de música, hay también pequeños objetos de su creación como un parchís y muchos elementos que le procuran fuentes de conocimiento y de los que luego saldrá la creación de sus manos.

Nos presenta una tela de grandes dimensiones con escaleras de mano con nubes de fondo, que son un camino de subida o bajada y que precede de la fuerza física de los brazos, como esfuerzo constante en esta vida. Como poeta que le gusta la magia, como lo era Joan Brossa, nos descubre otro cuadro detrás del que vemos. Sólo los amigos son invitados a verlo.

Cuando hemos llegado no hemos podido ver con detalle el recibidor, además de cartas y publicidad que ha recogido del buzón hay un mueble frente a la entrada, donde vemos una carpeta de anillas con una foto de una perfomance que realizó hace unos años con el cabello extendido con unas varillas metálicas, recordando la corona de espinas de Jesucristo, esta actividad fue con ocasión de la feria de teatro de Tàrrega.

A su lado hay un cómic con dibujos y texto de él, que cada mes le publican dos tiras en una revista de Tàrrega, es la primera vez que vemos las aventuras de Eloi y un grupo de animales. Precisamente, en la correspondencia acaba de llegar un ejemplar de este mes de la revista y nos muestra las últimas viñetas publicadas.

En una pared lateral del recibidor podemos ver una obra de medio formato que a pesar de su aspecto abstracto nos presenta una serie de animalitos haciendo su camino. Junto a la puerta de entrada hay una obra de pequeñas dimensiones que nos remite a la pintura que hemos visto antes de las escaleras, aquí con otros colores, pero siempre con la misma fuerza.

Seguimos descubriendo el estudio de Benjamín Tous y llegamos a una habitación abierta en el pasillo, hay una cama, una mesa con una partida de ajedrez a medio hacer, y a ambos lados las obras que él nos muestra con más orgullo. Son obras que tardó un año en completar. Una se refiere a la muerte y la otra a la vida, realizadas en 2010 y 2013 respectivamente.

El cuadro de la muerte muestra muchas imágenes, destaca en la parte superior izquierda un molino como elemento divino, basado en el cuadro de Brueghel el Viejo “El Molino y la Cruz” en que un molinero actúa como fuerza divina sobre 500 personajes que aparecen en el cuadro. Benjamín Tous se ha inspirado en esta pintura para poner decenas de personajes sobre su cuadro, como vedettes, obispos, cabezas de caballos (en recuerdo del Guernica de Picasso), coches y otras figuras que son abrazadas por la muerte, y para rematarlo ha puesto una partida de ajedrez en la parte inferior como imagen de la lucha de las piezas de cada bando para no caer muertas.

El cuadro de la vida está representado por un micromundo con muchos personajes, viajes a lugares lejanos y mil historias que nos ilustra en esta visión del calidoscopio de la vida de Benjamín Tous. La canción de Joan Baez Llegó con Tres heridas fue la base para inspirarse al realizar este cuadro, y dice así:

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He arrived with three injuries

The one of love

That of death

That of life

With three wounds it comes

That of life

The one of love

That of death

With three wounds I

That of life

That of death

The one of love

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  • Llegó con tres heridas
  • La del amor
  • La de la muerte
  • La de la vida
  • Con tres heridas viene
  • La de la vida
  • La del amor
  • La de la muerte
  • Con tres heridas yo
  • La de la vida
  • La de la muerte
  • La del amor

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Hay escritas frases como “Qué vida más dura”, “Que cada uno haga su vida”, “La vida es bella”, “Lleva una doble vida”, “La vie en Rose“, entre otras.

El círculo central es el sol que cada día nos ilumina en el viaje de la vida diaria. Algunos personajes de series infantiles de los TBO de los años 60 nos saludan y en la base de la obra un montón de hormigas, que según nos dice Tous son sacadas de diferentes artistas como compañeros de viaje en este mundo.

En esta habitación nos muestra una pintura de una palmera y la escultura de una bailaora de sevillanas realizada en metal.

Llegamos a la habitación más importante de todas, la que da al patio interior de la manzana, y que es mucho más tranquila que la que da a la calle. En este espacio tiene el lugar donde realiza sus obras, el lugar de pensar y pintar. Aquí, encontraremos las obras en proceso de trabajo. Nos muestra una pintura de grandes dimensiones en la que trabaja actualmente y que pasará a ser la obra que dura un año de creación.

Se trata de una pintura que contará con 365 piedras, una por cada día del año. Aquí hay un montón de obras que quizás algún día podrán ser vistos en museos o galerías de arte (aunque nos confiesa que la etapa de las galerías ya no le interesa). Nos atrae un par de obras en que sólo hay la misma frase repetida, viene a ser como una terapia visual y escrita.

Mientras vamos charlando nos habla del Eloi, un niño que rebasa la individualidad para ir acompañado con muchos animales que son:

  • León: Metro Goldwyn Mayer
  • Jirafa: Ramón
  • Elefante: Ele-Azar
  • Serpiente: Anna-Conda
  • Gallina: Gallina Blanca
  • Conejo: Monseñor Conill
  • Patito: Kuak-Kuak
  • Oveja: La-La-Land
  • Gato: El Gato
  • Tortuga: La Tortuga

La obra de Benjamín Tous se ha podido ver en un muchas salas y galerías de arte desde 1995, aunque actualmente prefiere exponer en los museos porque considera que las galerías son espacios capitalistas. Ha expuesto en el museo Barjola de Gijón, obras de camas deshechas. Actualmente está exponiendo arte erótico en Lleida. También ha colaborado con la Fundación AREMIS (enfermos de parálisis cerebral), les ha preparado un calendario de frutas y verduras con fotos de Lleida.

También dentro del campo de la docencia, ha realizado bajo el patrocinio de la Universidad Laboral de Asturias un curso de pintura para disminuidos intelectuales de la Fundación VERDE.

Unas actividades altruistas que nos enseñan otra cara de Benjamín Tous, que después de todo ha sido maestro de muchas generaciones de alumnos, y que actualmente da clases privadas para algunos alumnos interesados en mejorar la técnica y la sensibilidad artístisca.

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Albert Loaso

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